Monday, May 14, 2012

(El Barro y el Artesano)

Pasa como con un buen artesano que puede cosechar alabanzas de tres maneras:  En primer lugar, criticando y haciendo pasar vergüenza a los que carecen de la pericia que él posee; pero esta es una alabanza mezquina y arrogante. En segundo lugar, cuando comparado con otros aparece como el más experto (aun sin que medie crítica por su parte). En tercer lugar, cuando trasmite su pericia artesanal a otros que se lo solicitan ante la imposibilidad de alcanzar la perfección por sí solos. Unicamente esta alabanza es una alabanza genuina.

Reprender a otros y aparecer como maestro todavía no basta para ser un maestro cabal; pero hacer progresar a otros para que lleguen a ser maestros como uno mismo, esto significa ser un maestro digno de elogio.

La primera manera muchas veces implica orgullo y vanidad.

La segunda, envidia y presunción. 
La tercera en cambio es la vía de la benevolencia y de la generosidad.

Esta (la vía de la benevolencia y de la generosidad) es la manera como Dios es justo, al actuar dentro de nosotros; y digno de alabanza, por cuanto nos hace semejantes a él mismo.

Martín Lutero.

No comments:

Post a Comment